Aullidos. Confidencias de un viejo
Aullidos, al principio, era solo un estallido de dolor, un lamento desgarrado de animal herido: el desahogo de un sufridor, que se había visto obligado a soportar en silencio múltiples afrentas, marginaciones e injusticias.Como el globo que se va hinchando e hinchando, hasta que, al fin, explota… Tanta sumisión -sin derecho a réplica- no podía prolongarse más.Más tarde, cuando el autor notó que empezaban a cicatrizar sus heridas, dio un giro al texto, mezclándolo con cierta dosis de ironía y
Новинки ,