¡Con su permiso, mi sargento!
Soy el agente de la Guardia Civil Vázquez, y si un control de la Benemérita hace que te sientas más nervioso que bañando a un gremlin, te puedo asegurar que en realidad, la seriedad que caracteriza a nuestro oficio no está para nada reñida con el buen humor.Fruto de ello es la cantidad de divertidos encontronazos que ciudadanos y agentes del Cuerpo llevan protagonizando desde su fundación en 1844, entrañable estampa que podemos observar a diario allá donde la Benemérita presta servicio.Te
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